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El Chocolate es un bien precioso. Por esta razón hay que fomentar y proteger el consumo de lo que la leyenda dice ser el "Alimento de los Dioses", es decir el Chocolate Bueno, obtenido exclusivamente con el uso de mantequilla y pasta de Cacao, sin grasas y aceites vegetales agregados que envilecen la propiedad. El buen chocolate no sólo se distingue por la excelencia de los ingredientes, pero no puede ni siquiera ser independiente de la calidad del proceso de producción, en todas sus etapas, desde la plantación hasta la mesa. Por esta razón, la etiqueta deberá llevar un registro de todos los pasos de la cadena de suministro, asegurando el control total de la trazabilidad de los alimentos, desde la materia prima, la cual, a su vez, deberà ser cultivada teniendo en cuenta la preservación de la biodiversidad. Es también necesario garantizar al consumidor final la transparencia de las tecnologías adoptadas y de los métodos de procesamiento utilizados, que deben excluir el uso de OMG y la explotación del trabajo infantil, garantizando, sin embargo, un rendimiento justo para el productor de cacao. El buen Chocolate, entonces, debe ser respetuosos de la ética y la dignidad humana. El desarrollo sostenible de los Países que producen la materia prima y el crecimiento solidario de todas las partes interesadas en la cadena de producción, hasta el consumidor final, que es el último eslabón de un proceso responsable, son la base para el correcto desarrollo de un producto que puede y debe ser representativo de una globalización moderna y democrática. |
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